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Bilbao Bizkaia Maratón 2022 [06.03.2022]

Por José María Levoso (Jotaeme):

El domingo 6 de marzo de 2022 se disputó la primera edición de la Bilbao Bizkaia Maratón, una prueba que según se anunciaba, pretende ser un referente para la zona Norte de España, aunando el reclamo de una bonita ciudad que continúa transformándose  y un circuito a priori rápido e ideal para lograr buenas marcas.

Con la idea de resarcirme del mal trago del Maratón de Tenerife… me inscribí  visto el recorrido, altimetría y, sobre todo, el «clima» que es similar al nuestro. La preparación, como siempre, fue utilizando el plan «xa imos vendo»… que se fue cumpliendo más o menos hasta hace unas tres semanas que corrimos el medio maratón de A Coruña el 13 de febrero.  A partir de entonces, varios problemas musculares en el pubis me tuvieron parado prácticamente durante 2 semanas y con grandes dudas de acudir puesto que no era capaz de correr más de 2 km sin dolor agudo en la zona.

Finalmente, tras el descanso forzado, sobredosis de Enantyum y tras otros avatares personales, el sábado me encaminé a Bilbao con la idea, ya no de marca, sino de terminar la prueba dignamente si era posible. Tras la llegada al hotel, recogida de dorsal en el histórico pabellón de La Casilla, en el cual había una pequeña Expo Maratón sin ningún tipo de esperas. Luego visita a San Mamés y paseo por la ciudad y no muy tarde vuelta al hotel a preparar el material del día siguiente.

El domingo 6, como cada maratón, repetí la liturgia previa desde 3 horas antes de la hora prevista de salida, que serían las 9.30 h.: ducha, desayuno a base de plátano, barritas energéticas, chocolate…, recubrir pies y zonas sensibles con vaselina y enfundarse la ropa y el dorsal. Una vez concluida, sobre las 8:00 h., me dirigí a la zona de salida: el Puente de la Salve, que distaba 1 km, más o menos, con la idea de ver la salida del 10 k prevista para las 8:30 h. y, con tranquilidad, quitar chándal, entregar bolsa y calentar unos km ligeramente antes de nuestra prueba. Pero cuando estaba llegando, empezaron las sorpresas: por megafonía se anunciaba a los participantes del 10 k que su salida se retrasaba por motivos ajenos a la organización.. y que siguiesen calentando hasta nuevo aviso… Ufff… a partir de ahí… incertidumbres… La organización no daba explicaciones claras, sólo rumores de posibles horas de salida… (incluso de suspensión…).

Me dirijo a la zona de llegada y de ropero y nos informan, aunque no de manera oficial, que nuestra carrera se retrasa como mínimo hasta las 10:15 h. Llegados a este punto paseo por la zona tranquilamente… hasta las 9:30 h. en que ya entrego la bolsa y me dirijo a la salida. Una vez en la zona, veo que todavía el 10 k no ha salido… De nuevo: ¡ufff!…. y finalmente a las 9:50 h. se nos anuncia que por orden de la Policía Local, la salida sería conjunta con el 10 k y a las 10 de la mañana… es decir.. en 10 minutos. 

El panorama no pintaba nada bien: sin calentar, sin preparar, sin haber echado el «último pis»… nos vamos a la salida sin respetar cajones, ni marcas, ni nada. Cada uno donde buenamente pudo o quiso.

Tras el «Aurrerasku», cuenta atrás y … ¡disparo de salida! y… nueva sorpresa: EL GARMIN NO ARRANCA. Nuevo «¡Ufff!,… no puede ser» y así arranqué peleándome con el  reloj y con el Strava del móvil durante casi 1 km momento en el cual, el aparato se decidió a arrancar. A partir de ese momento: a recuperar lo perdido… y durante unos km el ritmo fue más rápido de lo que debería ser, llegando a pillar al globo de 3.15.

Una vez pasado el km 4 ya bajé el ritmo y pasé el km5 en 23 y pico. Hasta el km 6,5 se callejea por el centro de Bilbao y se comparte recorrido con el 10 k. A partir de ahí, la carrera se pega a la ría, dividiéndonos: los del Maratón hacia Getxo y el 10 k vuelven a meta.

El recorrido ahora es similar al de Oporto cuando vamos por el cauce del Duero, de ida y vuelta. Hay tramos en los que todavía se está recuperando la antigua zona industrial y no se ha construido, que son solitarios y otros que hay más animación; pero prácticamente llano y con grandes rectas. Durante esta parte, mantengo bien el ritmo sin ningún tipo de molestias en el pubis ni en ninguna otra parte y parece que al final voy a hacer una buena marca rondando los 3.23 pero… no pudo ser. Al final del recorrido, ya en Bilbao de nuevo, se hace un bucle de ida y vuelta de unos 7 km y se termina a los pies del museo Gugenheim bajo el puente del que salimos. En este último tramo, bueno, más bien ya desde el km 32, debido supongo a la falta de km de las últimas semanas, quizás también a que cambié la zancada para sobreproteger el pubis (o simplemente que estoy ya mayor… 😉 ) empecé a sentir molestias en la zona lumbar y sobre todo pinchazos en los isquios que me hacían bajar el ritmo y parar y caminar cada poco tiempo (¿el del mazo? 🧐 )

La entrada en meta fue casi caminando en un tiempo oficial de 3.32.24  (3.31.51 neto) y puesto 349 y 44 de la categoría M50 que me deja un sabor agridulce… pero en fin como siempre digo: el Maratón es una prueba muy cruel y pone a cada uno en tu sitio a la menor flaqueza. 

La ganadora femenina fue María Mercedes Pila en 2.48.17.

Zaphania Cheruiyot, con 2.12.48, fue el ganador de la prueba y de la categoría masculina.

La carrera en general me gustó, de hecho pienso repetir si se vuelve a hacer ya que me parece que es ideal para mis características para hacer buena marca. La ciudad es atractiva y es relativamente asequible el pasar un fin de semana allí.

En las RRSS se la han dado palos a la organización a diestro y siniestro, unas veces merecidos y otras creo que no tanto. Mi experiencia en los puntos que más se quejan los participantes es:

1. El retraso: totalmente injustificable y mal gestionado. Falta total de transparencia y de información y finalmente total precipitación para comunicar la salida con gente todavía sin cambiarse y sin preparar.

2. Guardarropa: ni un minuto de espera, tanto a la entrega de la bolsa y a la recogida.
3. Recogida de dorsal: lo mismo, ni un minuto de cola.
4. Señalización de km: mal señalizados. En la calzada muy poco visibles, si vas en grupo es imposible verlos. Punto a mejorar.
5. Voluntarios: gran cantidad de voluntarios animando y señalando correctamente el recorrido. A estos siempre hay que valorarlos y agradecer su ayuda.
6. Avituallamientos: se anunció geles en km 25, 30 y 35. Al parecer no los hubo. Yo no lo sé porque llevo los míos y creo que cualquiera que lleve un poco en «esto de correr» no se le ocurre en un Maratón coger un gel que no haya probado antes. Pero está claro: si los anuncias, ponlos.
7. Señalización del recorrido: en primer lugar considero que lo mínimo de un maratoniano es estudiar el recorrido, que esto no es el monte. Dicho esto, había 2 puntos conflictivos: el primero en el km 6,5 donde se separaban las carreras; había varios voluntarios señalando. El segundo punto (el de la discordia) era en el bucle final con 3 carriles: cuando yo pasé un voluntario indicaba que los de la primera vuelta fuesen por el carril bici (a la derecha del todo) y los de la segunda vuelta por el carril central. No entiendo cómo pudo haber tanta gente que se confundiese y se fuese a meta con sólo 36 km… y menos todavía el que ha protestado en redes sociales porque dice que hizo 55 km… por lo que habrá hecho el bucle 3 veces (su Strava marcaba 2 veces cuando lo paró y tenía que ir a meta aún). Está claro que tendrán que poner vallas para que quede más claro el camino a seguir en cada vaso pero, repito: esto no es un monte en donde si no hay balizas, sólo ves hierbas y que es muy necesario conocer el recorrido y los posibles puntos críticos.